viernes, 4 de marzo de 2016

¡Nos mudamos!

Sígueme ahora en www.susanabaizabal.com

Tiene años que no actualizo este blog y pronto desaparecerá :)

martes, 23 de agosto de 2011

Facturas con Código Bidimensional del SAT

La noticia de la facturación electrónica me trajó un poco de dolor de cabeza cuando fue anunciada ya hace varios meses. Me consolé con que solo es obligatoria para las grandes empresas (por el momento) aunque al mismo tiempo la idea de deshacerse de aquel viejo paquete de facturas hechas en imprenta que ocupan espacio innecesario y siempre se pegan con la humedad me pareció tan atractiva que decidí investigar la manera de hacerlo. La leve esperanza que tenía, sin embargo, de poder comprar el software necesario para implementar este nuevo sistema se esfumó por completo cuando me dí cuenta de que por el momento no podemos darnos el lujo de costearlo. El Sr.Contador, además, se tomó la libertad de decirme que no podíamos pagar por el software que yo quería porque realmente no era necesario considerando el monto de nuestras ventas (Seguimos siendo Micro, lo sé) así que finalmente desistí de la idea. 

El asunto no hubiera sido más que otra anécdota-quita-tiempo si esa misma semana no hubiera comprobado con terror que nuestro mohoso paquete de facturas estaba llegando a su fin. Quedaban cinco cuando me dí cuenta, tres al día siguiente y dos cuando la impresora decidió comerse una por diversión. Asustada por la persspectiva de quedarme sin facturas, llamé a mi imprenta favorita para pedirle cuanto antes otro paquete de pegajosas hojas pero el encargado mee dijo que antes tenía que mandarle mi código bidimensional. 

-¿Mi código bidimensional-le dije-¿Y eso con qué se come?

-Pregunte en el SAT-me contestó el amable impresor antes de colgarme después de decirme rápidamente que tenía trabajo.

Decidí preguntarle a mi mejor asistente a qué se referia: Sr. Google me hizo llegar a un montón de videos engorrosos del SAT donde explican todos los requisitos. No me gusta ver videos de trámites, me parece una tortura prolongada pero ya que tuve que hacerlo, después de un rato pude imprimir y tener listos todos los requisitos necesarios. Aparte mi cita para el día siguiente a las 8:40 de la mañana (¡Bien por el SAT y su sistema de citas por internet!) y lleve todos los papeles necesario, no tan necesarios y casi ridículos que me solicitaron. A las 10 o quizás antes ya salía yo con mi código bidimensional después de que casi me sacaran sangre y tomaran las huellas digitales de todos mis dedos. 

Iba ya rumbo a la imprenta cuando recordé que un amigo me había comentado que podía imprimir mis facturas por mi propia cuenta si ya contaba con el código bidimensional. Decidí hablarle para preguntarle y efectivamente ¡el paquete mohoso no era requerido! unicamente tenía que solicitar mi código en la web del SAT recordando en que factura impresa me había quedado y hacer mi propio diseño de facturas cumpliendo con lo necesario (El Sr.Contador me ayudó con ello). 

Lo genial del asunto es que puedo imprimir mis propias facturas conforme las voy necesitando, el diseño es más personalizado que nunca y, lo mejor de todo, puedo imprimir la factura completa sin necesidad de estarle atinando con la impresora al mismo tiempo que se facilita el archivo digital de las mismas.

La factura digital tendrá que esperar un poco pero mientrás, esta nueva modalidad con código bidimensional sirve bastante.

lunes, 4 de julio de 2011

La importancia de la imagen en una MiPyMe


Hacer las cosas bien y lo mejor posible desde el principio.
Cuando todo emprendedor decide finalmente poner en marcha su idea de negocio siempre surge una lista de necesidades que la empresa naciente tiene que cumplir. Es una lista emocionante, que el emprendedor empieza haciendo con cautela y que va haciéndose cada día más larga junto con la preocupación de su dueño debido a que este sabe que va de la mano del presupuesto inicial del proyecto. La susodicha lista, que en los mejores casos va respaldada por un plan de negocios y un análisis a conciencia de las necesidades reales para iniciar con el pie derecho, habitualmente acaba siendo reducida a los elementos que el emprendedor decide que son más urgentes y acordes con el monto de dinero disponible pero ¿Cómo decide realmente el nuevo empresario de qué puede prescindir? ¿Está realmente visualizando el futuro de su proyecto cuando toma las decisiones?.

Uno de los elementos que al principio ocupan un puesto privilegiado entre aquellos puntos para iniciar o abrir una empresa, y lamentablemente muchas veces acaba siendo de los olvidados o pospuestos de la lista, es aquel relativo a la imagen. La pregunta ¿Qué imagen o símbolo va a representarnos? viene inmediatamente después de aquella otra pregunta básica, la de ¿Cómo vamos a llamarnos?. Ambas, sin embargo, obtienen respuestas que muchas veces se originan sin un análisis profundo a pesar de merecerlo tanto como otras decisiones legales y fiscales, por lo que terminan en acciones que parecen simples pero que determinan seriamente el futuro de la nueva empresa. 

Cuando se decide hacer un logo en cinco minutos en un programa que originalmente es para la redacción de texto se está influyendo más de lo que parece en las decisiones de publicidad, imagen y comunicación venideras y por ende, en el logro de los objetivos de ventas y de posicionamiento de la marca.  Por ejemplo, si el nuevo restaurante que usted acaba de abrir tiene unos platillos excelentes pero el cliente no puede ni leer el nombre en el volante que acaba de recibir ¿Cómo va a convencer a su familia o pareja de que tienen que visitarlo cuando acabe perdiendo el volante en el autobús?. En el mismo caso, suponiendo que el cliente logra llegar con toda su familia y acaba encantado con la sazón del lugar ¿Cómo va a recomendarlo a sus amigos cuando sigue sin saber como se llama? Digamos que le pregunta al mesero, logra averiguarlo y comunicárselo a sus conocidos, los nuevos clientes acuden y buscan el lugar pero aunque pasan justo enfrente con su auto, no logran ubicarlo, porque aún cuando el restaurante tiene un conveniente letrero fuera del establecimiento el nombre sigue siendo igual de ilegible. Al final, la empresa no sólo pierde clientes y una buena dosis de credibilidad sino que resulta que la inversión en publicidad de esos volantes repartidos, en el letrero fuera del negocio e incluso en las mismas cartas del restaurante acaba siendo no una inversión sino un gasto.

Es muy cierto que al iniciar una empresa debemos plantearnos en la realidad de la situación y del dinero disponible. La sala de madera importada que planeaba poner en la recepción puede tacharse de la lista de necesarios lo que no quiere decir que usted no deba comprar una sala. Por supuesto, tampoco va a comprar aquellos sillones que van a romperse en dos meses sino que debe decidirse por una sala que sea más económica pero que cumpla con una vida útil acorde a esta primera etapa de su empresa. Debe ir paso a paso y pensar en el presupuesto, no cabe duda, pero también es necesario que contemple el futuro de su proyecto y se dé cuenta de que invertir un poco más al principio puede significar ahorrarse mucho más después. Del mismo modo en el que el contador le ha aconsejado no dar facturas al principio y darse de alta como REPECO por un par de meses, es pertinente que usted decida iniciar con una imagen acorde a su idea de negocio que pueda ir posicionándose conforme sus ventas aumenten para que le ayude a cumplir dicho objetivo en lugar de obstaculizarlo. La mayoría de las veces cuando usted decide realizar por si mismo el logo de su empresa en un programa de edición de texto y le aplica un efecto en tercera dimensión al nombre de su empresa, ese efecto acaba convirtiéndose en un defecto en ese mismo instante.

La creación de una imagen debe también ser un paso emocionante en el interesante trayecto que debe recorrerse para abrir y mantener una empresa. Quizás a usted le parezca demasiado caro, difícil o incluso intimidante pero no lo es; a ciertas personas por ejemplo, nos parece mucho más intimidante y complicado alimentar a 50 personas con lo que cada una elija de un menú de seis páginas pero hay quienes hacen eso y mucho más todos los días.

miércoles, 1 de junio de 2011

El Java 1.4.1 necesario para entrar al IDSE del IMSS

Cuando la reciente primera vez después de terminar con mi registro patronal e intentar ingresar al IDSE, el sistema me regreso error tras error, maldije a mi computadora y me pasé más o menos dos horas intentando solucionarlo. El personal del IMSS que muy amablemente (sin sarcasmo) me atendió para obtener mi registro patronal me menciono que necesitaría Java para entrar correctamente al IDSE así que dí por hecho que mi computadora estaba mal configurada y me enfoque en solucionarlo; actualicé todo como correspondía, descargué los archivos de la misma página del IDSE pero nada. Cansada, decidí "Googlear" mi problema esperando encontrar una solución y para mi sorpresa me encontré con un montón de quejas de otros micro y pequeños empresarios que sufrían el mismo problema. La sonada versión 1.4.1 de Java estaba por todos lados, a veces en links poco confiables y otras veces en links falsos. Nada de eso funciono y después de que el teléfono de ayuda del IDSE me dejara esperando en vano 20 minutos, ese día desistí para no perder más tiempo valioso de trabajo.

A día siguiente fui a la subdelegación del IMSS relativamente cercana y solicité un poco más de asesoría al respecto. Me atendió la misma amable persona que me había ayudado a obtener mi firma digital, quien me explicó que efectivamente necesitaba Java 1.41, los archivos de la página del IDSE, entrar solo mediante Internet Explorer y... tener Windows XP.

-Ninguna computadora a mi alcance tiene ya Windows XP-le dije

-Pues el IDSE solo funciona con Windows XP o hasta Vista- me contestó- así que tendrá que asignar una especialmente para eso.

Debatí un poco más lo inconveniente del sistema pero no obtuve nada más que una hoja de ayuda y los archivos de Java 1.4.1 De más esta decir que no puedo "asignar" una computadora solo para entrar al IDSE en una microempresa así que al llegar a la oficina, después de instalar los archivos Java que me había dado el empleado de la subdelegación y ver que seguía dando un último error, decidí hacer un último intento y llamé nuevamente al teléfono de ayuda del IMSS y del IDSE. Está vez si me contestaron y después de quejarme de tener que cambiar el sistema operativo de mi computadora, el operador que me atendió (un poco desesperado pero amable) me sugirió que podíamos intentarlo con mi sistema operativo actual (Windows 7). 53 minutos más tarde aún no podíamos entrar y no pudimos hacer el último intento porque ¡oh sorpresa! el Internet fallaba. Acepte momentáneamente esa derrota y termine la llamada para enfocarme al trabajo.

Cuando regresó el internet decidí que volvería a intentar entrar al IDSE y a solucionar lo que fuera que estuviera mal por mi misma. Para mi sorpresa me dejó ingresar sin problemas y lo ha hecho desde entonces. ¿Que fue lo que funciono? Sospecho que todo.

En resumen, esto fue lo que hice (con ayuda de los dos empleados del IMSS) para poder entrar al IDSE:
1. Configure como sitio de confianza la página del IMSS en internet explorer.
2. Use internet explorer, contra mi voluntad.
3. Instale la versión de Java 1.4.1
4. Instale el Java Policy 1.0
5. Elimine todas las versiones de Java que estaban de más.

Desde entonces no me ha dado problemas exceptuando una vez en la que dijo que mi certificado digital no estaba en el formato correcto pero lo volví a cargar y todo bien.

El proceso para mí fue demasiado lento por lo que esperando que a alguien le ayude a reducir el tiempo en el que logra entrar al IDSE, les dejó aquí el escaner de la hoja de ayuda y los archivos de java que me facilitaron en la subdelegación del IMSS. Si no funciona llamen al 01 800 6232323 opción 3 y mientras suena  la música de elevador pongan el altavoz y sigan trabajando, porque habitualmente se tardan "tantito" en atender.


Hoja de ayuda